Otra forma muy cuidada de distraer el foco es la generación de una cortina de humo, la distorsión, una sobreexposición a los datos y a la información en la que una cifra termina perdiéndose en la maraña de números, por lo que pierde peso. En esas larguísimas alocuciones del presidente y ministros varios se habla lo mismo de cuántos han palmado hoy que del descenso en el consumo de queroseno o de la disminución de las apuestas deportivas. ¿Has visto la última temporada de La Casa de Papel?
Entonces entramos de lleno en el mundo del condicionamiento neuroasociativo y, por tanto, de la manipulación.
Es lo que hace Lisboa en su interrogatorio para sobrecargar a los jueces con datos que son una mera excusa para trazar su plan de escape. ¿Quién se va a fijar en los pequeños detalles? “Words, words, words”, que diría Shakespeare. Los seres humanos estamos diseñados para enfocarnos en una sola cosa al mismo tiempo y perdemos efectividad cuando tratamos de hacerlo en varias a la vez.
El Español
Los industriosos seres que se dedican a engañar al prójimo han establecido sus reales en el Puente de Toledo. Allí dan caza a los incautos paletos que se quedan embobados a presenciar las continuas evoluciones que verifican con extrema ligereza estos émulos de Macallister, echando sobre el suelo tres naipes. Goleman añadió en Focus que “dirigir la atención hacia donde se necesita es una de las tareas principales del liderazgo”, y también argumentó que “la atención regula la emoción”. El problema es que el liderazgo no tiene por qué ser siempre bueno, ni siquiera bien intencionado.
Prácticamente el 60% de la factura de la luz son impuestos. La connivencia del poder político y las empresas eléctricas han convertido a esas favorecidas empresas en monopolios empresariales muy rentables, reacios a cambios en el sector no subvencionados y en grandes recaudadores de impuestos. PSOE y Podemos, representan a la perfección el juego del trile, cuando se trata de hablar de impuestos. En este caso, la figura del trilero, la representaría el PSOE, la del compinche Podemos y la víctima sería el contribuyente de clase media. El trilero utiliza artimañas de distracción para que su víctima desvíe el foco de lo importante para caer en la trampa de lo inane.
Trileros Fiscales
Los buenos trileros, los buenos estafadores cambian las reglas a medida que se desarrolla el juego. Hacer una reforma laboral por sorpresa es justamente eso. Permitir que las empresas despidan a profesionales sin tener pérdidas, solo con el mero cálculo de que puedan sufrirlas, aúpa a la estafa a un nuevo nivel. Ahora el trilero ha retirado directamente la bolita oculta. La última y mínima posibilidad que le quedaba al incauto de poder ganar el juego, se ha perdido. Un Expediente de Regulación de Empleo masivo, hoy en día, es un ejemplo perfecto.
Cuando era niño, en Barcelona, mi padre y yo solíamos pasear los sábados por la tarde. Muchas veces llegábamos hasta Las Ramblas. En ocasiones, nos cruzábamos con trileros. Me podía la curiosidad y me quedaba mirando todo el rato que duraba nuestro paso acelerado por delante de ellos. Alrededor de una mesita de camping, una pequeña nube de gente. Pero hay quienes habiendo sido engañados actúan contra este tipo de personaje.
- Curiosamente, Focus también es el nombre de una película protagonizada por Will Smith, al mando de una banda de ladrones que nos enseñan todos los puntos muertos que deja nuestro enfoque, y por tanto, cómo alguien puede aprovecharse de ello.
- Hubo, pues, trileros antes de que, en la década de 1960, naciese ese nombre.
- Aquí tienes un ejemplo de cómo cambiar o distraer nuestro punto de atención nos deja indefensos ante las manipulaciones externas, que lo mismo nos roban el reloj, que la opinión o el sentido crítico.
- La connivencia del poder político y las empresas eléctricas han convertido a esas favorecidas empresas en monopolios empresariales muy rentables, reacios a cambios en el sector no subvencionados y en grandes recaudadores de impuestos.
- Actualiza tus datos de pago para seguir siendo socio de elDiario.es.
Buscan el destino del dinero que ha mal usado sin explicar los motivos y causas de su fraudulenta actuación. A través de la chistera el mago hace que aparezcan y desaparezcan una cantidad interminables de objetos que a medida que pasa el espectáculo uno piensa que no cabrían en una casa. Cuando se pilla a un trilero de guante blanco pierden todos, pero cuanto antes se le pille y se vaya mejor para todos. Sin embargo, si a un empresario, profesional o director general le llaman trilero quiere decir que no es una persona recomendable, significa que es un engañador, un ladronzuelo. Ser el compañero del trilero es peor todavía, es ser el cómplice del burdo engaño.
Cuando enfocamos en algo, en un punto o en alguien, ponemos toda nuestra capacidad creativa, nuestros cinco sentidos para hacerlo grande e importante. Pero de la misma manera, cuando nos vemos desviados del foco (o desenfocados) pasamos a prestar atención a lo superfluo o, en su defecto, a lo que le interesa al trilero de turno para mangonearnos a su antojo. Y no tiene por qué ser lo más importante. Aunque no disponemos de espacio para seguir indagando en las sombras de los orígenes, a finales de la década de 1960 y en los inicios de la siguiente la prensa empezó a hacer denuncias de los trileros que se enseñoreaban de algunas calles españolas. Ciertas fuentes periodísticas identificaron la palabra como propia del argot policial, al que pudo acaso llegar desde las mismas hablas del hampa. La prensa del verano de 1974 dio cuenta, curiosamente, de intensas redadas de trileros que infestaban los destinos turísticos de las islas Canarias y Baleares.
Siempre ha existido un debate entre la conveniencia de influir y manipular. El trilero también manipula, pero no deja de ser un quinqui que quiere engañar a un primo con la colaboración de un colega. Pero cuando el que manipula es el Estado, la víctima a engañar es la población y el gancho una cohorte de mamporreros mediáticos, estamos ante un escenario deleznable. Dicho de otra forma, la influencia (interés compartido con los demás) y la manipulación (interés particular) utilizan las mismas técnicas, pero la ética es lo que marca la diferencia. Y sin ética sólo hay lugar para la náusea. En España hay más de 30 millones de vehículos en circulación.
No podemos cobrar tu cuota
A veces se da la circunstancia de que en las corporaciones de derecho público se descubren trileros, gente que con apariencia de verdad engañan a todos. Es muy emblemática la fama creada por estos “trileros de guante blanco” que aparecen pidiendo un cargo sin remunerar, luego ocupan otro altamente remunerado y ya no se quieren ir. Bajo la apariencia de una extraordinaria amabilidad y educación los trileros son capaces de denunciar a quien les protege, de amenazar con tirar a la gente por la ventana si no se les sigue el juego o tratar de meter en la cárcel a quien les quiere parar. Que los bancos jugaban con truco ya lo sabemos. De que las empresas lo hicieran, empezamos a darnos cuenta -de verdad- ahora.
Queremos ser el mejor periódico local de Córdoba y para conseguirlo necesitamos tu apoyo. Hazte socio/socia de elDiario.es y destina una parte de tu cuota a apoyar Cordópolis. En la historia de los últimos años de este país, tengo claro quién movía los cacitos y quién apostaba su dinero, quién era el estafador y quién el incauto. Lo que no sé es si ha habido muchos ganchos en la debacle trilera de la economía.
Tal vez lo eran, sin querer, todos aquellos que, en la época boyante, cumplían puntualmente con sus obligaciones con los bancos. Quienes demostraban que una hipoteca podía pagarse, viviendo con cierta tranquilidad la presión de cumplir las letras cada mes. El ejemplo era claro, real y, en general, nada dramático. Actualiza tus datos de pago para seguir siendo socio de elDiario.es.
La chistera está considerada como el almacén más grande de los magos. En ella meten lo que quieren y, a su vez, sacan cosas diferentes a las introducidas queriendo impresionar a quienes les observan tratando de convencerles que todo es cierto. Lo importante es la finalidad de la acción que no es otra que la de crear una ficción en la que la paloma se convierte en fuego, o el fuego se convierte en una rosa.
El PSOE usa mucho la lengua
En el caso del combustible, también nos aproximamos al 60% de carga impositiva. Es decir, sin impuestos usted pagaría un 60% menos por la gasolina y por la luz. Resultaría sencillo reducir el precio de los combustibles y de la electricidad, simplemente reduciendo su carga impositiva, pero esta es una importante vía de recaudación sobre las clases medias, que pagan sin darse cuenta. Algo que adoran el trilero y su compinche, quedarse con su dinero sin que se entere.
Sus desplazamientos están protegidos y suelen ser en avión. Le cuesta, después de tanta mentira, falsos trucos y trilerias, pisar en firme donde el descontento de la ciudadanía es mayoritario. El trilero es quien dirige el juego del trile, que no es más que un juego callejero de apuestas fraudulentas que consiste en adivinar qué lugar de tres posibles se encuentra una pieza manipulada. A este final aterrador se llega cuando el falso mago al ver que se le acaban los pocos trucos que tiene se le ocurre usar en vez de una, tres chisteras y es entonces cuando aparece el mago trilero. Terminado el espectáculo del mago la chistera no es más que una chistera y los objetos que han entrado y salido no son más que efectos aparentes que con gran habilidad quien realiza la magia ha ido haciendo creer a quienes le observan que realmente han existido.
Empezamos con las palmitas a las 8, porque mientras tenemos las manos ocupadas aplaudiendo estamos amansados y no podemos protestar (salvo que sea contra el Rey, porque entonces sí podemos coger la cacerola). ¿Quién le va a negar unos aplausos a los sanitarios? Nadie va a ser tan cabrón, sobre todo cuando las palmas acallan sus gritos desesperados de protección ante el virus y siguen cayendo como chinches.